El conocimiento del cuerpo

Las mamás y los papás ya tienen muy arraigada la importancia de hablar con los bebés y los niños pequeños. Por eso, ponemos palabras en todo lo que hacemos. El gran dilema se nos presenta con las partes genitales ¿Qué tenemos que hacer? ¿Son nombrados? ¿Los omitimos? ¿Les ponemos un apodo? Tenemos que nombrarlos y nombrarlos por su nombre ya que no son malas palabras. Llamarlos por su nombre, tratar de no avergonzarnos ni transmitírselos; Les permitirá comenzar a desarrollar una relación genuina con su cuerpo donde podrán conocerlo y explorarlo más libremente. Que puedan empezar a entender que hay partes que son privadas, también les dará la oportunidad de enseñarles que tienen un trato especial. Tenemos la representación de que es algo malo, que debe mantenerse en secreto. Intentar romper estos tabúes permitirá a nuestros hijos establecer relaciones más libres y sanas con su cuerpo. Crecer con la posibilidad de reconocer que hay partes de nuestro cuerpo que generan sensaciones diferentes, comprender poco a poco que forman parte de nuestra intimidad nos permitirá desarrollar conductas de autoprotección.